lunes, 27 de julio de 2015

Una fotografía más. Capítulo 1.

Sólo un adelanto.

La vi en el suelo, parecía no moverse, parecía no respirar, tal vez era porque su movimiento era tan imperceptible que nunca hubieras sabido si estaba viva o muerta si no te acercaras, pero yo aún era pequeña, la curiosidad en los niños es gigantesca y yo no era la excepción, caminé hasta llegar a su lado, observé su ropa, las mangas de su blusa se extendían hasta sus muñecas y su falda hasta los tobillos, nunca me había parecido extraña la idea de una mujer usando ropa tan conservadora, menos en mi madre, éramos una familia religiosa y con creencias y  costumbres muy firmes, nunca cuestioné su forma de vestir o de lucir, ni siquiera en ese momento, no entendía qué podía haberle causado tal daño físico, sus muñecas tenían moretones y no me cabía la duda de que debajo de sus ropas se encontraran más[...]


Los primeros 5 años de Bea.


La fotografía había sido todo para mí desde que ella se había ido, sabía que no tenía fotografías de mi madre, ella quería que la olvidáramos, por eso se las llevó, una fotografía es algo que mantienes para siempre incluso cuando te has olvidado de ello, una fotografía puede despertar todo dentro de ti, puede hacerte llorar, reír, puede elevarte y de repente te puede tirar al suelo porque sabes que aquello ya no está contigo, pero mientras tanto conservas una pequeña parte de todas esas emociones, de las personas, de las cosas. Yo no tenía nada[...]



La puerta se abrió, estaba casi paralizada, después recordé que Víctor nunca se levantaba tan temprano y cuando se abrió por completo pude ver su cabello color rojo y su cara confundida. Al llegar a la puerta él me preguntó: —¿Qué hacías allí tan temprano y con botas de lluvia en tus manos? o por Dios, has enterrado a tu víctima y después le has tomado una fotografía con esa pequeña cámara —y comenzó a reír.

MUY PRONTO.
—xoxo.

domingo, 28 de junio de 2015

Una fotografía más.

Beatrice acaba de cumplir los diecisiete años hace unos cuantos días, una adolescente fascinada por la carrera de la fotografía desde muy pequeña conoce a Michael, un chico de dieciocho años, ambos siendo tan jóvenes se entregan por completo en un último intento a esta aventura llamada vida, después de haber muerto ya varias veces.
Ésta fotografía fue tomada por la madre de Beatrice,
cuando ella a penas tenía cuatro años.

Explicación:


Básicamente, esta historia quiere mostrar los problemas de los que los adolescentes suelen preocuparse mucho actualmente, el verse bien, sentirse bien, actuar de forma correcta o encajar. Beatrice, al ser la hija mayor de tres hermanas sufre todo el daño que su padre no puede desquitar con nadie más, ante esto, Beatrice comienza a pensar que siempre será de esa forma y que nunca logrará sacar a sus hermanas de ese infierno, sin su madre, así como había sido desde los 8 años. Ya sabemos que a esta chica de diecisiete años le encanta la fotografía así como alguna vez le encantó a su madre también. Pero entonces ¿y Michael? Este chico llega a casa de la familia Jefferson con un sólo propósito, disfrutar su vida, pero al conocer a las tres hermanas su proyecto se extiende más allá de él. Al final del texto podemos entender que Michael y Beatrice "han estado muertos", esto tiene que ver con mi forma de ver la muerte, ya que yo no la veo como algo simplemente físico, la muerte es algo más, el morir también es cuando hemos perdido las esperanzas en nosotros mismos, en la vida, o en los demás, por eso en esta historia cada personaje refleja un problema específico que le hace ver la vida de otra manera.

PRÓXIMAMENTE.

—TFQ xox ♥